España es uno de los países con más robos y hurtos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Está claro que nadie quiere tener que verse en esta situación, pero por si fuera el caso, aquí encontrarás cómo reclamar al seguro si te roban en casa. Lo primero y fundamental es que, una vez haya pasado todo, hay que mantener la calma ante todo y pensar en tu seguridad, pues no es aconsejable entrar en casa sin estar completamente seguros de que los ladrones ya se han ido. La mejor opción y la más segura es llamar a las fuerzas de seguridad.

Tras esto, es imprescindible no tocar ni alterar nada porque las autoridades enviarán a la Policía científica para que investigue el caso. Una vez terminado todo esto proceso, es recomendable hacer dos listas: en una se incluirán todos los objetos que hayan sido robados, y en la segunda, todos los objetos que hayan sido dañados. Si dispones de documentos o facturas que acrediten el valor de los objetos serán de muchísima ayuda.

Una vez terminada la lista detallada con todos los objetos perjudicados o robados, habrá que ir a la comisaría más cercana para poner la denuncia, siempre en menos de 72 horas. Allí te guiarán en los pasos que tendrás que seguir y te dirán la documentación que necesitas, como por ejemplo los datos de la compañía aseguradora que tienes contratada.

Cuando se haya interpuesto la denuncia correspondiente, habrá que llamar a la compañía con la que tienes contratado el seguro del hogar, teniendo en cuenta que tiene que incluir la cobertura por robo porque no todas las pólizas la tienen incluida. No es lo mismo tener contratado un seguro solo por el continente, es decir, la estructura en sí de la vivienda y los elementos de construcción como el techo, ventanas, etc., que también por el contenido del hogar, es decir, todo lo que hay dentro de tu hogar tipo electrodomésticos, muebles, etc. Por lo tanto, si se quiere reclamar a tu seguro, es fundamental tener claros estos términos.

Un factor determinante es la diferencia entre hurto y robo. En el caso de hurto, la sustracción de los bienes de valor se ha producido sin daños y de manera pacífica, ya sea porque se ha cerrado mal la puerta o por dejarte una ventana abierta. En el caso de robo, no ha habido violencia ni intimidación. Y es que algunas aseguradoras no cubre el hurto pero sí el robo. En caso de que sí lo cubra, el importe que la aseguradora dará será siempre menor porque se considera una negligencia por parte del asegurado.

Una vez se ha contactado con el seguro, enviarán un perito para comprobar todo el valor de los bienes sustraídos o dañados. Si la cantidad de dinero que el seguro te ofrece te parece injusta, tienes dos opciones: reclamar a la compañía, que estudiará los daños y dará una respuesta en un máximo de dos meses, o acudir a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, que es un organismo del Estado que podría optar por una resolución más objetiva que la de la compañía que se tiene contratada para la casa.

Si quieres estar más informado sobre este tema y saber todo lo que necesitas antes de contratar un seguro, no dudes en leer GuíaBurros: Seguros, de David Gallego.