Siempre debemos estar pendientes de que un seguro no se quede desactualizado, de cancelarlo si no lo necesito, o de contratar otros nuevos si es necesario.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la razón de ser de un seguro es el siniestro. Si no existiese la posibilidad de ocurrencia de un siniestro, no haría falta un seguro. En una sociedad utópica en la que no existiese la posibilidad de que sufriéramos un robo, no sería necesario contratar un seguro de robo; si las personas no estuviésemos expuestos a sufrir un accidente (algo inverosímil), no sería preciso contratar un seguro frente a esta contingencia. Es lo que se denomina el interés asegurable.

mistakeComo vemos, el verdadero motivo por el cual es necesario contratar un seguro, es la posibilidad de que ocurra un siniestro. Es importante que entendamos qué es un siniestro: imaginemos que llega la temporada de verano y, como tantas familias hacen en estas fechas, me voy a la casa de vacaciones, la cual lleva cerrada cinco meses. Al levantar la persiana (la casa tiene diez años y la persiana lleva sin mantenimiento ese tiempo), la cuerda se rompe. En realidad no podríamos considerarlo siniestro, ya que este es algo que ocurre de manera súbita, repentina y no esperable. Que una persiana con diez años de antigüedad y sin mantenimiento se rompa no es súbito, sino algo más que esperable y perfectamente evitable con la atención debida, la sustitución anticipada, etc.

Por lo tanto, tengamos claro que «siniestro» es algo que ocurre de manera imprevista, súbita y accidental. Entonces, ¿cómo sé si algo que me ha ocurrido, está cubierto? Hemos de recordar que un seguro es un contrato, por lo tanto habrá variaciones entre las diferentes pólizas del mercado. Debo tener muy claro qué tengo contratado; más adelante veremos qué debemos asegurar y cómo hacerlo. Los siniestros pueden ocurrir y provocar daños en las cosas, pero también en las personas. En el caso de que el siniestro ocurra en algo “no vivo”, el contrato de seguro deberá repararlo, reponerlo o pagarlo.

headlampImaginemos que entran a robar en nuestro comercio, fuerzan la cerradura, rompen una puerta, sustraen mercancía, dinero y equipos. El seguro debería:

1. Reponer lo sustraído.

2. Indemnizarlo, es decir pagar al asegurado (beneficiario) el importe correspondiente.

3. Reparar lo que se ha destrozado.

4. Reponer los equipos sustraídos.

5. Pagar una indemnización en concepto de las pérdidas que ha ocasionado tener mi negocio cerrado varios días.

Pero todo ello estará supeditado a las coberturas y capitales contratados, y por ello es importantísimo que conozcamos en qué términos está redactada nuestra póliza.